Eso es lo que somos.

El movimiento adventista siempre ha tenido un espíritu misional y también emprendedor muy fuerte. William Miller tenía un negocio agrícola. Joshua Himes tenía una empresa de publicidad y se convirtió en el genio del marketing detrás del movimiento adventista inicial. Uriah Smith inventó una prótesis de pierna.¹ John Kellogg revolucionó el desayuno americano e inventó gran parte del equipo de gimnasio que todavía se utiliza en la actualidad.² Ferdinand Stahl fundó una clínica y 46 escuelas misioneras en Perú.³ El Dr. Harry Miller estableció 20 hospitales en toda China.⁴

Es profético.

Elena de White era una apasionada del espíritu empresarial misional y de combinar fe y negocios. Ella escribió: “Habéis sentido que los negocios son los negocios, la religión es la religión, pero yo os digo que no se pueden divorciar. (…) No debes separar lo que Dios ha unido: los negocios y la religión.”¹

Se compilaron libros enteros sobre ciertos modelos de negocios, como el Ministerio de Alimentación Saludable que nos pide tener restaurantes vegetarianos en todas las ciudades del mundo. El Ministerio Médico y de Asesores sobre Salud se centra en empresas relacionadas con la salud, como hospitales, sanatorios, salas de tratamiento y clínicas. Luego está el Ministerio Colporteur , que habla de capacitar a los estudiantes en ventas y financiar su matrícula mientras hacen evangelismo con los libros que venden. 

Elena de White también escribió sobre cómo deberíamos llegar a las ciudades construyendo una red “colmena” de empresas misionales que involucrara a todos los miembros de la iglesia. Este modelo de colmena autosostenible y “todo incluido” para llegar a las ciudades desempeña un papel profético en el derramamiento final del Espíritu Santo y la proclamación de los mensajes de los tres ángeles.

Cumple una demanda.

Un estudio reciente de la Universidad de Phoenix mostró que el 63% de los jóvenes menores de 30 años quieren iniciar sus propios negocios.¹ Muchos otros aceptarían un recorte salarial si solo pudieran encontrar un trabajo que combine su pasión con su profesión. El emprendimiento misional tiene un gran futuro si lo adoptamos y brindamos un marco que permita a nuestros jóvenes adultos combinar su pasión misional con su profesión. 

Es escalable.

Existen miles de ministerios y empresas adventistas, pero muchos apenas sobreviven. La falta de conocimientos adecuados sobre desarrollo empresarial les impide expandirse. El modelo colmena estaba destinado a crecer; Se deben abrir nuevos restaurantes, tiendas de alimentos y salas de tratamiento. Elena de White escribió que no podemos estar satisfechos con un solo restaurante en Brooklyn. Muchos más deberían seguir. 

40 años antes de que la cadena de comida rápida más grande del mundo abriera sus primeras puertas, ¡esta mujer visionaria nos instó a utilizar una estructura comercial de franquicia para llegar al mundo! ¿Cómo terminamos descuidando este importante método? ¿Cómo logró esa empresa de comida rápida abrir 40.031 restaurantes¹, mientras nosotros luchamos con unos cientos? Esto no debería ser así. Dios nos llamó a ser cabeza y no cola. Él nos ha dado todas las herramientas y talentos que necesitamos para terminar Su obra.